El 16 de octubre viajamos con Stay Curious a San Miguel Nepantla y Panoaya (Estado de México), lugares en los que creció Juana Inés de Asbaje Ramírez de Santillana, mejor conocida como Sor Juana Inés de la Cruz. En esta experiencia dominical, Ana María nos transportó en el tiempo para compartirnos datos biográficos sobre Sor Juana, algunos fragmentos de sus obras, entender un poco más de la vida de este personaje, y demás curiosidades. En este viaje, compartimos risas, diálogos, emociones e ideas, las cuales les compartimos en este artículo.
Andrea: Muchas gracias por estar aquí Ana María, en esta entrevista para Stay Curious. Antes de iniciar nuestra plática sobre la experiencia Curioseando con Sor Juana, cuéntame: ¿qué te llevó a interesarte por la vida de Sor Juana Inés de la Cruz?
Ana María: Muchas gracias por el interés y por el espacio. Sé que todos y todas conocemos a Sor Juana: la ves en los billetes, sabes “Hombres necios que acusáis”, [...]; y, a mi desde hace varios años me interesan distintos temas de la historia de México y de varios personajes de la historia. En alguno de esos momentos, pensando y leyendo de estos temas, pensé “¿por qué Sor Juana nunca había dicho nada sobre el exterminio en el imperio azteca?”. Esto se me quedó en la cabeza. Me fui a los libros, compré una biografía -muy rara, en mi opinión-, que me generó más dudas que respuestas, o los elementos que hubiera querido tener. Entonces, cuando vi que no iba a encontrar respuestas en esa biografía me lancé a “Las trampas de la fe” de Octavio Paz; después, compré varios libros relacionados con las obras de Sor Juana y entendí más cosas, pero el personaje me atrapó y no me lo esperaba; descubrí varias cosas que no sabía. También, en ese entonces había ido con una amiga a estos lugares que visitamos [Hacienda Panoaya y Nepantla de Sor Juana Inés de la Cruz], los había visto por un viaje de exploración por los alrededores y se juntó esa experiencia con lo que había leído, y dije ¡Wow, esto está muy padre! A partir de ahí, a todo el mundo le decía “vamos y te platico”.
Así surgió mi interés, una mezcla entre que me gusta mucho la historia y que este personaje realmente me resultó maravilloso, no solo en el contexto histórico.
Andrea: ¿Cuándo fue la primera vez que visitaste estos lugares?
Ana María: Debe haber sido hace 4 o 5 años, tanto la Hacienda de Panoaya como el museo. Y fue un poco como en las cosas que te gustan, vas atando puntos, no descubres algo un día; por ejemplo, un día piensas en Cortés, otro día lees un poema, otro día acerca del exterminio [...] cada tema te va juntando los puntos, los vas hilando. Y así se descubren tus intereses en la vida en general.
Andrea: Me comentas que te interesaste en ella como un personaje histórico, pero me imagino que conforme más la fuiste conociendo, también la viste en su rol de mujer dentro del contexto histórico en el que se encontraba. En ese sentido, ¿qué es lo que más admiras de la vida de Sor Juana?
Ana María: Varias cosas, pero si tuviera que elegir una sería que desde muy pequeña se dio cuenta de su situación, entendió claramente su contexto. Por ejemplo, cuando quería aprender a leer, su mamá no la dejaba porque era muy pequeña, pero llevó a su hermana para hablar con la maestra y hacerle creer que sí tenía el permiso para que le diera clases. La maestra sabía que era mentira porque era muy pequeña, pero así pudo lograr que le dieran la lección. Luego, cuando quiso ir a la universidad y ésta sólo estaba permitida para hombres, le dice a la madre que “Mudándome el traje” [a hombre] la lleve; es decir, si el problema era el vestido entonces pide que le cambien el vestido.
Entonces, parece que ella se da cuenta, con mucha inteligencia y sensibilidad, de la dinámica de su entorno. Además, lo que me impresiona es que no hubo un espacio acotado para ella debido a su condición de mujer, que su familia no era de abolengo o que su padre no estuvo presente. Se podría pensar que tenía muy pocos elementos a su alcance y todos y cada uno de ellos los usó. Me parece fantástico como ella entendió su contexto, situación y lo que podía hacer y no, y no desperdicia nada. Eso es verdaderamente admirable, pues la realidad es que era una época muy limitante tomando en cuenta las condiciones que ella tenía. Y lo que tenía era una verdadera inteligencia, pero no era sólo una inteligencia absoluta, sino que también era muy pragmática, entusiasta, fascinante en su conversación. Eso es lo que he descubierto en ella, además del descubrimiento de que tuvo una vida interior muy profunda.
Andrea: Al escucharte, me surge otra pregunta: ¿en qué te identificas con ella como persona?
Ana María: Decir que me identifico quizá podría parecer soberbio, pero sí resueno con ella. Resueno, por ejemplo, en su curiosidad hasta en las cosas que podrían parecer simples, como la cocina; dicen que tenía una curiosidad muy grande y eso lo podría compartir. Es el hecho de voltear a ver cualquier cosa y asombrarte. Me parece que nunca se aburrió y nunca dejó esa curiosidad. Y no es sólo el hecho de tenerla, sino animar esa curiosidad e ir un paso más allá. A mí me parece que ella lo hizo y eso resonó en mi propia vida. Yo, por ejemplo, tengo una fascinación por los lugares en los que no he estado y quiero estar, entender y reconocer.
Andrea: Me comentas que hace 4 o 5 años visitaste por primera vez estos lugares en compañía de una amiga: ¿cómo nace la idea de volver a estos sitios con un grupo de mujeres (Stay Curious) y compartirnos la experiencia de conocer a Sor Juana?
Ana María: En ese tiempo [entre el primer viaje y el tour] leí muchas cosas y me entusiasmaba volver con nuevos ojos y con nuevo conocimiento, porque finalmente ves las cosas distintas. Entonces, la tenía en la cabeza, pensando en ella no solo en cuanto a los versos y poemas, sino con otras obras que la ponen a la par de [grandes mentes], porque fue nuestra verdadera intelectual. Y un día conocí a Tania y Belem, y supe cómo fueron levantando este grupo y siendo muy entusiastas. Además, yo trabajo muchas cosas relacionadas con género y me entusiasma mucho ver como las mujeres jóvenes hacen estos esfuerzos por comunicarse y hablar de otras cosas. A Belem le había dicho “de amigas” algunas cosas de Sor Juana y un día me encontré con Tania, ella y Montse, y no sé en qué momento se convirtió de un viaje de cinco amigas en camioneta a una camioneta rentada y con muchas más mujeres. Pero justo ese entusiasmo es parte de lo que yo admiro y me encanta verlo en las mujeres jóvenes; verlas tan serias, en el sentido de hacer las cosas bien, me gustó muchísimo. Entonces, de pronto me dijeron “somos tantas”, “salimos a tal hora”, [...]. Yo tenía elementos para compartir y yo jalaba este lado, pero ellas tenían elementos de organización y ellas jalaban esa otra parte. Entonces son formas de actuar juntas y eso nos hace muy fuertes y con un diálogo intergeneracional relevante, lo cual disfruto mucho. Me gusta compartir con otras mujeres, mayores o menores, porque eso nos hace ricas en nuestras experiencias. Así surgió, y de pronto ya era un tour hecho y derecho.
Andrea: Que bonito que esa idea surgió y se materializó, porque tuvimos la fortuna de compartir ese día entre todas nosotras. ¿Cómo viviste esa experiencia? ¿Cuáles fueron tus percepciones?
Ana María: Hubo muchas emociones, porque la mayoría eran mujeres que no conocía y otras eran amigas mías. Es muy bonito que las amigas que te conocen, compartes y quieres, te acompañen en otro ámbito y nuevas aventuras; y las demás que no conocía estaban en ese interés de conocer. Después, al llegar a los lugares e ir viendo, al ir leyendo los textos y escucharlas decir “ah, ahora entiendo esto”, “de aquí sale esto [otro]”. Como dije al inicio, vas uniendo esos puntos, que me parecen muy ricos en términos de entendimiento, y hace mucho más en el sentido de Sor Juana, porque ella tenía una sed de conocimiento y una obsesión por conocer. Entonces, me gustó mucho ese homenaje a ella; eso que ella quería, eso hicimos. Más allá de ver los lugares, hicimos lo que a ella le gustaba hacer: entender (más); y eso me parece absolutamente maravilloso. Entendimos sus palabras, su contexto, la vida que tuvo; y ahora tenemos más elementos. Ese es el tema del conocimiento.
También hablamos de obras, de las más conocidas, pero también dos de sus poemas más maravillosos, "Primero Sueño" y "Neptuno Alegórico". Dos obras distintas por completo: una es un encargo hecho para recibir a los Virreyes de la Laguna y la otra es la que reconoce como su única obra propia, que es una obra maestra poco conocida porque es muy compleja. Entonces, me gustó que habláramos de esas obras y que ahora tengamos una visión más grande de esta mujer.
Andrea: Cada una de nosotras regresamos a casa con algo nuevo que entendimos y nos resonó, y creo que toda la semana estuvimos reflexionando al respecto.
Ana María: Sí, yo también regresé con muchas emociones y escribí algunos pensamientos. Y creo que ahora todas tenemos algo más que compartir sobre ella, y también es importante el hecho de rescatar a nuestras mujeres históricas, nuestras referentes, porque hay muchas mujeres en la historia de México.
Andrea: Esto último que dices es muy cierto: no es que no hayan existido mujeres relevantes en la historia de México, sino que estaban invisibilizadas. Finalmente, esperamos que esta experiencia de Curioseando con Sor Juana se repita en otras ocasiones, pero de esta primera edición, ¿con qué te quedas?
Ana María: Me quedo con que es importantísimo planear y hacer muy bien las cosas como ha hecho Stay Curious, porque eso es de muchísimo valor. Podíamos haber hecho una versión informal del tour, pero hacerlo bien es una forma de cuidarnos, lo cual es un punto importante como mujeres y abarca diversos aspectos de cuidado: “cómo vamos”, “quiénes vamos”, “hay un seguro”, “quién es tu contacto de emergencia”. Eso es cuidarnos y eso me gustó mucho, es un aprendizaje que todas debemos tener muy claro.
Otra cosa es que, aunque hubo muchos momentos de risas y bromas —que son absolutamente necesarios— como mujeres, es importante darnos estos espacios para hablar con alguien que conozca de algo. Pues, puedo asegurarte que las mismas que estuvimos ese día, cada una tiene algo que compartir. Todas tenemos algo que enseñar y decir. Y, aunque hay mujeres expertas en muchos temas, lo más importante es que todas tenemos algo que podemos aportar y recibir. Eso es algo que también me gustó muchísimo de la experiencia.
Andrea: Muchas gracias, Ana María. Esperamos que por medio de esta entrevista, las chicas que fueron al paseo puedan revivir la experiencia y las que no, puedan tener una idea de lo que se vivió en esta experiencia, la cual, espero se repita muy pronto.
Autoría: Andrea Gamboa
Economista especializada en competencia económica, análisis normativo-regulatorio y política pública, con +10 años de experiencia. Ha dirigido investigaciones en sectores clave para la economía mexicana, con las que he desarrollado la habilidad de entender los mercados desde una perspectiva industrial aunado al entendimiento del punto de vista público y privado.
Entre sus intereses destaca el impulsar el desarrollo de las mujeres en el ámbito profesional. Además, como estudiante del idioma japonés, comenzó su interés en la literatura asiática contemporánea.
Edición y corrección: Marshiari Medina
Es directora de la revista digital Teresa Magazine, escritora y traductora. Aficionada del chocolate, vive en una geometría cósmica hecha de mundos gobernados por lógicas pop no-euclidianas.