Manos sudorosas, corazón acelerado, pocas expectativas. Así me sentía al inicio del conversatorio de Stay Curious Club, realizado el pasado 13 de mayo en las instalaciones de Grupo Estrategia Política, para conmemorar el mes de la maternidad libre y voluntaria. Por algún motivo, se piensa que en estos tiempos hablar de maternidad ya no es tan atractivo para muchas mujeres o que las aristas que se podrían abordar respecto al tema ya están agotadas. ¡Vaya sorpresa que nos llevamos al aventurarnos en esta plática! ¡La sala estaba llena de asistentes deseosas de comenzar la sesión!
Esta actividad me permitió entender que las mujeres tenemos la necesidad de hablar, escuchar y ser escuchadas, para comprender la complejidad alrededor de la decisión con la que todas algún día nos enfrentamos: maternar o no maternar. El libro de Silvia Nanclares "Quien quiere ser madre" nos abrió el camino para reflexionar al respecto.
Mediante el relato de su propia historia frente a la maternidad —"el viaje de una decisión" —, Silvia aborda temas diversos: las ganas de llenar el vacío de un duelo con una nueva vida, iniciar una familia en pareja, el reloj biológico y las opciones de reproducción asistida. Sin embargo, para mí, una de las situaciones más difíciles descritas por la autora, está en aceptar que la vida sigue adelante mientras tu entorno comienza a tener lo que tú sigues buscando y te aíslas contigo misma, reconociéndote vulnerable como condición para comenzar el camino de reconciliación con tu propia vida.
Conforme se desarrollaba la sesión, comenzamos a abrirnos, compartiendo de manera dinámica algunos de nuestros pensamientos más profundos sobre la maternidad: indecisión, incomodidad, indiferencia, deseo, imposibilidad. Todas teníamos una historia propia y una postura. Mientras escuchábamos nuestros puntos de vista, nos fuimos sensibilizando, al grado de convertir ese espacio en una burbuja de confianza y respeto donde afloraron las vivencias de una manera auténtica, afirmando que toda mujer tiene derecho a decidir y luchar por su destino materno.
Bien se sabe que la maternidad presenta ineludibles desafíos, como la confrontación con problemas de fertilidad, pérdidas gestacionales y complejas situaciones de crianza. A su vez, surge la reflexión constante sobre experiencias traumáticas de la infancia, generando la inquietud de no repetirlas como madres y enfrentarse así a un diálogo interno desafiante.
Además, si tomamos en cuenta algunos datos, en México, según INEGI, residían 35.2 millones de madres mexicanas en el 2020. De estas, el 69% se encontraban en situación conyugal casadas o unidas; 25% viudas, separadas o divorciadas; y, 6% madres solteras. El 57% contaba únicamente con educación básica, 38% con educación media superior o superior y 5% sin alguna escolaridad. Para el mismo año, la tasa de participación económica de las mujeres con hijos fue de 42%. No obstante, a raíz de la pandemia, al menos 1.7 millones de mujeres dejaron de trabajar.
Estos datos son relevantes, pues el rol establecido para las mujeres, y más aún para las mujeres madres, dentro de la sociedad influye en su decisión de participar en la fuerza laboral. En el país sigue existiendo la fuerte percepción de que “ser ama de casa es tan gratificante como tener un trabajo remunerado”, reflejando distintas perspectivas sobre el valor de las elecciones laborales y familiares.
En esta sesión concluimos que la difícil experiencia de maternar se puede volver aún más complicada desde otras perspectivas. Por ejemplo, cuando hablamos de los tratamientos de reproducción asistida -el cual es un proceso emocionalmente exigente- se vive una montaña rusa de emociones, tales como la ansiedad, tristeza, frustración, miedo y alegría, además de la presencia de una constante incertidumbre y el miedo a cumplir las expectativas que en muchos casos afecta significativamente el bienestar de las mujeres.
Parecía que nuestra conversación nos llevaba por diferentes caminos, no obstante tuvimos la oportunidad de hablar acerca de la decisión de no ser madre y las implicaciones emocionales y desgastantes que pueden afectar nuestra vida: enfrentarte a la presión social o cultural, las expectativas de los seres queridos, las conversaciones y preguntas incómodas. Señalamos que la sociedad debe entender que una mujer tiene el derecho a explorar y definir su identidad más allá de la maternidad, enfocándose en otras áreas de su vida como su carrera, relaciones y pasiones.
Profundizando acerca del desarrollo laboral, un tema que en lo particular comencé a cuestionar desde hace poco -y que abordamos durante esta actividad-, es que pareciera que las mujeres hemos sido orilladas a decidir entre nuestros logros profesionales o el ser madres, como si fuera imposible conciliar la maternidad con una carrera exitosa. Reconozco el desafío implícito, pues las mujeres tenemos ambiciones profesionales que efectivamente requieren de tiempo y dedicación, pero ¿por qué arrebatarnos el derecho a decidir por ambos caminos?
Aunque la sociedad ha tenido pequeños avances, todavía existen expectativas arraigadas sobre el rol de las mujeres como madres. Los derechos laborales establecidos en la legislación para las madres trabajadoras parecieran ser claros, pero la realidad puede ser muy distinta.
En particular, la Ley Federal del Trabajo especifica que las madres trabajadoras tendrán una licencia por maternidad antes y después del parto con salario íntegro, dos reposos extraordinarios por día para lactar y, si estas mujeres cuentan con seguridad social, podrán tener garantizada la atención médica. No obstante, la citada Ley únicamente otorga cinco días laborales como permiso de paternidad, lo cual perpetúa los roles de género en el cuidado y las salas de lactancia no son una prestación obligatoria para los empleadores.
Por otro lado, aun cuando las mujeres madres deciden entrar al campo laboral se encuentran ante situaciones adversas como la delegación de las tareas de cuidado. Sobre este aspecto, la Ley del Seguro Social establece que las guarderías cubren los cuidados de los hijas e hijos de las personas trabajadora; sin embargo, la disponibilidad de los servicios de cuidado sigue siendo el principal factor en México que determinan la decisión de las mujeres de no trabajar.
Estos datos y el conversatorio, nos llevaron a la conclusión de que necesitamos iniciativas que reconozcan que la crianza debe ser una acción colectiva, con servicios y políticas de apoyo que faciliten e incluyan acceso a cuidado infantil y de calidad, licencia parental remunerada, flexibilidad laboral, programas de educación para padres, asistencia médica y psicológica especializada, solo por mencionar algunos de los varios apoyos que por derecho nos corresponden para hacer más livianas las presiones y los desafíos que enfrentamos al tratar de equilibrar nuestra vida familiar y profesional.
Durante la actividad, también abordamos el tema de la maternidad colectiva. Las asistentes nos cuestionamos los estereotipos de género; reconocimos y valoramos las diversas formas en que las mujeres podemos ser madres y cuidadoras. Al fomentar la colaboración y la solidaridad entre mujeres ampliamos la visión de la maternidad, que va mucho más allá de los roles tradicionales y que reconoce la diversidad de experiencias y elecciones de todas las mujeres.
Esto es solo una muestra de lo relevante que resulta promover espacios en que se fomente la discusión de estos temas, como el conversatorio de Stay Curious Club, pues es importante no dejar de visibilizar las problemáticas que enfrentamos las mujeres en distintos ámbitos de nuestra vida.
Por eso, quiero dar un agradecimiento especial a todas las mujeres que asistieron a esta sesión. Fue más que terapéutico escucharlas y reconocerlas en esta lucha por desafiar y cuestionar las normas impuestas. Finalmente, quiero agradecer a Stay Curious Club por permitirme ahondar en un tema que ha movido mi vida de maneras distintas y que hoy me hace querer compartirlo con mi propia voz.
Redacción
Raquel Selvas
Nacida en la Ciudad de México, madre, creativa, sensible y reflexiva. Se graduó en 2011 con la licenciatura en Comunicación Visual en Centro de Diseño, Cine y Televisión. Impulsada por la investigación en diseño y tecnologías, obtuvó una maestría en Medios Digitales y Tecnología en Goldsmiths University of London en 2013. Actualmente, su enfoque se centra en la exploración creativa como artista de collage y en su especialización como arte terapeuta.
Análisis cuantitativo
Andrea Gamboa
Economista especializada en competencia económica, análisis normativo-regulatorio y política pública, con +10 años de experiencia. Ha dirigido investigaciones en sectores clave para la economía mexicana, con las que ha desarrollado la habilidad de entender los mercados desde una perspectiva industrial aunado al entendimiento del punto de vista público y privado, lo cual le permite una comprensión más práctica de los problemas o situaciones de las organizaciones.
Edición
Marshiari Medina
Editora de Stay Curious Club, es madre a tiempo completo, directora de la iniciativa socioambiental Proyecto Tropósfera, además es responsable de la gestión y comunicación digital de Scientist Rebellion en México, escritora y collagista. Aficionada al chocolate, vive en una geometría cósmica hecha de mundos gobernados por lógicas pop no-euclidianas.