El pasado 7 de septiembre del 2024, tuvimos una cita entre libros, café y postres de manzana con canela, en Antonia, la oficina del libro. Al entrar, se escuchaban risas y pláticas amables entre las asistentes que iban llegando. Antonia, es una librería con una atmosfera familiar, ubicada en una calle tranquila de la Condesa. Este pequeño rinconcito sería el hogar de nuestra reunión, la cual tenía un objetivo: reflexionar sobre el libro "Contra el Feminismo Blanco" de Rafia Zakaria, elegido por la comunidad de Stay Curious Club. El objetivo de este atelier era reflexionar lo que la autora intentaba expresar, trascendiendo más allá de las simples conclusiones.

En primera instancia, hubo una actividad para romper el hielo entre las asistentes. Puede ser intimidante llegar a un lugar y sentarse con personas que no conoces, así que el icebreaker, liderado por Marshiari Medina, editora de Stay Curious, nos permitió liberarnos de tensiones y a sentirnos más cómodas entre nosotras. Aunque sencillo, el icebreaker nos hizo entrar en conciencia, y a través un estambre, formamos una red sorora, ayudándonos a romper barreras y animándonos a compartir ideas sin miedo a ser juzgadas.

Tan pronto, nos sentimos relajadas, nuestro corazón se aceleró. Rafia Zakaria estaba conectaba desde Nueva York para iniciar su plática con nosotras. Rafia, es una abogada, feminista, periodista y autora pakistaní-estadounidense. Nació en Karachi, Pakistán, y fue forzada a un matrimonio arreglado a los 17 años. Huyó de su esposo abusivo en 2002 y se graduó de la escuela de derecho, obteniendo un posgrado en filosofía política. Rafia es musulmana y se identifica como feminista musulmana. Ha trabajado en defensa de víctimas de abuso doméstico y ha escrito columnas para medios como Dawn, The Nation, Guardian Books, The New Republic, The Baffler, Boston Review y Al Jazeera. En el 2021, publicó su libro "Contra el Feminismo Blanco", en el que critica el énfasis que el pensamiento feminista convencional pone en las experiencias de las mujeres blancas, excluyendo a las mujeres de color. Así que, sin duda, nuestras ganas de escucharla eran inmensas.

Rafia Zakaria en su plática sobre Contra el feminismo blanco en Antonia. Foto por Txstlt, 2024.

Escuchamos de viva voz a Rafia, y como si fuésemos sus mejores amigas, nos extendió su conocimiento, su palabra empática pero tenaz, su oído abierto a nuevas reflexiones. Nos habló sobre su libro, Contra el feminismo blanco, el cual es una crítica a la forma en que el feminismo dominante ha sido moldeado por una perspectiva occidental y blanca, dejando de lado las experiencias y luchas de las mujeres racializadas. Zakaria argumenta que este feminismo hegemónico ignora las desigualdades estructurales y no representa verdaderamente a todas las mujeres. Durante su plática, nos sentimos conmovidas, pero también motivadas al entender la importancia de luchar por un feminismo más inclusivo y equitativo, que valore las voces y experiencias de mujeres de distintos orígenes.

El feminismo necesita ser interseccional; las mujeres necesitamos escuchar(nos), para entender, para entender más allá de nuestra piel, nuestro contexto, nuestra historia y nuestro privilegio. Salir de la realidad que nos rodea, entendiendo que no es la misma de las demás, aunque tenga elementos en común; entendiendo que justo por ello, ninguna problemática es definible a la ligera.

Después, con la mente llena de ideas -gracias a la plática de Rafia-, dimos inició a la actividad de arte-terapia, la cual había preparado unos días antes con el ánimo de compartir un poco de mí y mi labor como artista y arte-terapeuta. La arte-terapia, es una herramienta poderosa de autodescubrimiento y sanación. Su importancia radica en que nos permite expresar emociones y pensamientos que muchas veces son difíciles de verbalizar. A través del arte, podemos explorar estas emociones, liberar tensiones y conectar con nuestro mundo interior de una manera segura y libre.

Esta actividad la nombré "Desde tu piel", y la idea era viajar a nuestro interior a través de ejercicios diseñados para conectar con nuestros sentimientos y experiencias de una forma más sensible y tangibles. Las participantes debían sentir desde otro cuerpo, otras vivencias, otras palabras y emociones para entender y transmitir otras perspectivas a través de la palabra escrita. En algún momento de la plática, Rafia reflexionó y nos dijo: —Yo siento, interiorizo y escribo...tú recibes, empatizas y transmites—. Esas palabras se quedaron conmigo, y me di cuenta de que eso era justo lo que buscaba la dinámica, pues al escucharnos una a una, nos escuchábamos a nosotras mismas y podíamos llorar las lágrimas hermanas, sentir el dolor y el coraje de otra mujer.

Espacios seguros para pensar un feminismo más justo y diverso. Foto por Txstlt, 2024.

Lo primero que hicimos fue ponernos una máscara, con el mismo diseño para todas, y así romper prejuicios y experimentar una liberación de nuestras propias limitaciones y creencias. Este ejercicio nos permitió revelar insights profundos sobre la identidad, el yo interior y las emociones reprimidas. Además, tuvimos la oportunidad de revelar nuestros miedos y deseos, viéndolo todo desde un ángulo seguro, lo cual hizo de esta actividad una experiencia transformadora.

Después, dimos paso al ejercicio principal, en donde en un pedazo de papel, realizamos una especie de "cadáver exquisito". La idea era crear una voz colectiva, donde pudiéramos entretejer nuestros miedos, exponer el alma, cambiarnos de piel. Con el sentimiento desbordado, logramos unir nuestra visión en una sola: las mujeres somos una misma, herida, temerosa, fuerte, con ganas de salir del hoyo patriarcal en el que hemos estado sumidas en la historia de la humanidad. Cada palabra se unía una con la otra, en cada ronda nos sentíamos una sola y rompíamos con la necesidad de control o perfección. Pudimos ser interlocutoras de lo que otra persona vive y así ser todas, una misma voz.

Al terminar la actividad, no pude evitar tener una sonrisa amplia y sentir el corazón hinchado. Llena de gozo, me despedí llevándome en el alma las voces rotas de algunas mujeres, pero también las esperanzas de un mañana menos desigual, con un futuro más humano.

Doy las gracias a Stay Curious Club, al café Antonia y a las asistentes, por tanto, por todo lo aprendido en esta dinámica. Compartir este espacio con mujeres creativas y valientes, me llena de gratitud, pues en cada palabra hemos sembrado un pedacito de nosotras y creado una hermandad que llevaremos siempre en el corazón.

Texto

Guadalupe Mabarak,
Conocida artísticamente como Caltic, es una arte-terapeuta y diseñadora independiente. Su nombre artístico proviene del náhuatl y significa "dentro de la casa", reflejando su enfoque en explorar el mundo interior, las emociones y la intimidad a través de la creación. Ha colaborado con diversos proyectos creativos, incluyendo Design Emergency Studio, La Nube Estudio y Romero Zeppa. Su trabajo busca guiar a otros en la expresión de sus experiencias personales, combinando su experiencia en diseño y terapia artística para crear espacios que fomenten la exploración y el crecimiento personal.

Edición

Marshiari Medina
Editora de Stay Curious Club, escritora y collagista. Actualmente estudia la licenciatura en Humanidades y Narrativas digitales. Es madre a tiempo completo, y directora de la iniciativa socioambiental Proyecto Tropósfera. Aficionada al chocolate, vive en una geometría cósmica hecha de mundos gobernados por lógicas pop no-euclidianas.

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